sábado, 26 de mayo de 2007

Miradas

Qué extraños ojos cobijaba la ciudad,
qué extrañas miradas rodeaba esa oscuridad,
qué bellos ojos malditos,
qué miradas escondidas,
qué ojos suicidas en la iglesia del deseo,
miradas que rehuían reflejaban penumbras,
qué ojos en la sombra,
qué miradas ocultas.
En los arrabales vencidos
qué extraños ojos bizantinos,
qué profundos lagos azulesen la cara soñada de la luna célibe.

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